Laurus Nobilis cabalga como el viento


Viajar a Portugal es siempre una experiencia positiva. Muchos son los motivos que hacen que esto sea así…su paisaje, su arquitectura, sus costumbres, su comida y, sobre todo, su gente amable y educada que te hace sentir bien en todo momento. El Laurus Nobilis Music Fest es un motivo más para viajar a este maravilloso país y disfrutar de tres magníficos días llenos de buena música metal, gente entrañable y buena comida.

Salimos de viaje desde Galicia con 300 kilómetros de carretera por delante. Vamos con nuestra camper equipada para pasar los que serán los tres mejores días del verano. Tres horas y media después estábamos entrando en el recinto del Laurus Nobilis. Nuestras caras dibujaban una gran sonrisa, de esas que expresan con claridad la ilusión que nos hacía estar allí. La zona de autocaravanas está al lado de un río con un precioso bosque de bambú. A pocos metros se encuentran los puestos de comida y bebida. Sobra decir que todo lo que pudimos comer en ellos ha sido exquisito. En esta zona se encontraba también el puesto de merchandising, tanto el oficial del festival como el de las bandas, en el que fue muy cómodo comprar todo lo que quisimos, sin largas esperas.
El recinto también cuenta con una zona para acampada libre, vigilada y delimitada, con un supermercado, separada de la zona de autocaravanas y a la que no se puede acceder con vehículos para evitar cualquier posible accidente.

Después de inspeccionar la zona y de comer a gusto en el que acabó siento uno de nuestros puestos habituales, procedimos a entrar al recinto en el que se encuentran los escenarios para escuchar el primer concierto. La primera impresión ya fue gratamente sorprendente: dos escenarios bien equipados tanto para los cabezas de cartel como para el resto de bandas participantes. La primera impresión se vio confirmada cuando pudimos comprobar la calidad de sonido que en general tenían todas las bandas. En ellos, todos los grupos dieron lo mejor de sí, y el público se volcó en cada uno de los conciertos con una participación muy activa. De esto no dejaron ninguna duda los cabezas de cartel de este festival, ni más ni menos que la banda de power metal Manowar, que dieron un concierto ejemplar y con una calidad de sonido excepcional.

Cuando una banda de la categoría de Manowar decide tocar en un festival de estas dimensiones y se vuelca ofreciendo uno de los mejores conciertos que jamás haya podido presenciar, está claro que el motivo no es económico y que en el Laurus prima la pasión por la música y por los fans, dejando totalmente apartado el afán de enriquecerse. Este es el ambiente que se respira en este festival en el que la prioridad de los organizadores es ofrecer a los asistentes una experiencia enriquecedora e inolvidable.

Además de Manowar, con los que el recinto estaba a rebosar, durante estos tres días pudimos disfrutar de bandas de diferentes estilos y nacionalidades como Eternal Psycho, Rhapsody of Fire, Via Sacra, Medo, Darktribe, Jardin Letal, Vëlla, Sonneillon, Grindead, Moonshade, Counteractt, Orphaned Land, Basalto, Downfall of Mankind, Decapitated, Benighted, Lacuna Coil, Nihility, RAMP, Blame Zeus y las bandas tributo a Rammstein y Pantera, Duhrrast y Beyond Strength.

Nos llevamos al Laurus Nobilis en nuestros corazones, y nos vamos con una sensación agridulce…”dulce” por haber asistido a un festival tan bien organizado, hecho con muchísimo cariño y en el que todos los responsables, organizadores, personal de seguridad, de taquillas, puestos de comida y bebida, etc. se han involucrado al 100% consiguiendo que nos sintiésemos como en casa, y “agri” porque se ha terminado, y nos quedaremos durante un año con las ganas de volver.

Si no conoces este festival, o si lo conoces pero nunca has estado en él, te recomendamos que no lo dejes pasar. Buena música y buen ambiente están garantizados.



   David Prego

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